Corría el año 1976 y AADI CAPIF comenzaba a conformarse en Capital Federal y en los principales centros urbanos del interior del país.

La Entidad fue creciendo evolutivamente gracias a los distintos fallos que se obtuvieron en la Justicia, sumado a la realidad histórica en la que se encontraba nuestro país, donde la fuerte censura en la prensa, la prohibición de libros, canciones, obras de teatro y expresiones culturales generaron tal quietud, que ésto reafirmó aún más el compromiso de AADI CAPIF en la lucha (por medio de la gestión) de los derechos de intérpretes y productores por la difusión pública de música fonograbada.

En los inicios de los años 80, la actividad fue gradualmente en crecimiento brindando la posibilidad de considerar la expansión que se preveía para el futuro. Así, se implementa por primera vez, la informatización del procesamiento de la información de recaudaciones, dando lugar al ordenamiento, clasificación y registro de cada uno de los Usuarios que abonaban los derechos de difusión.

Hacia fines de los 90, la globalización, el aceleramiento de los procesos económicos, el énfasis en los servicios y la continua evolución de la tecnología acompañada por el creciente uso de música fonograbada en espacios públicos como complemento de múltiples actividades, propicia que AADI CAPIF, junto al reconocimiento público de los derechos intelectuales, emprenda un proceso de grandes transformaciones internas para lograr una mayor eficiencia en su gestión.

Todas estas transformaciones, consistieron en la profesionalización de la gestión a partir del uso de modernas herramientas de planeamiento y desarrollo procurando transparencia e integridad en la evolución.

En la actualidad, AADI CAPIF se encuentra frente al gran desafío de la mejora de sus procesos de gestión, mediante la implementación de nuevas tecnologías.

Éstas, acompañarán a los Usuarios a defender el compromiso fundamental de la Entidad: los Derechos de difusión pública de sonido fonograbado de Intérpretes y Productores Fonográficos.

La música nos une.